Aspectos
políticos
Díaz.
En el Porfiriato la política se aplicó
de tal manera que todo quedaba subordinado al presidente Porfirio Díaz
(1876-1911). Díaz se acercó al Congreso y llevó una política
conciliadora. Promovió la no reelección, principio de sus levantamientos, y en
1880 cedió el poder a Manuel González al cual lo consideraba un miembro de alta
confianza.
En sus siguientes mandatos, Díaz se enfocó a
pacificar el país a base de la opresión y pactar con grupos de conservadores y con el
clero para poder mantenerse en el poder. Incluyó a viejos lerdistas como Manuel
Romero Rubio, su suegro, e incluso a imperalistas como Manuel Dublán, en su
gabinete.
Díaz pacificó al país y no tuvo piedad
en disolver rebeliones, siendo en todo momento apoyado por los rurales y la
policía secreta. Las rebeliones más conocidas fueron las de Trinidad García de
la Cadena y Heraclio Bernal en 1886 y la de Ramón Corona en 1889.
Los cuerpos de rurales se encargaban de
aplastar violentamente todo rasgo de rebelión que apareciera en el país. Así sucedió con los
yaquis de Sonora y con los mayas en Yucatán. La más importante de
las rebeliones fue la de Tomóchic, en noviembre de 1891, debido al pésimo
estado de los campesinos que vivían miserablemente y no podían defender sus derechos.
En los últimos años del régimen, las huelgas eran cada vez más frecuentes.
Díaz se empeñó en permanecer en el poder y
para ello logró el crecimiento de la economía y aliarse con los poderosos de la
época. Obtuvo prestigio gracias al progreso de la economía y también a que
respetó los cacicazgos de los pueblos, a fin de evitar rebeliones.
En el porfiriato temprano, el ámbito
político se caracterizó por la lucha de facciones. Primero entre el presidente
y sus propias camarillas. Después entre caudillos estatales.
Durante el siglo xix, las reformas
constitucionales adoptadas por Benito Juárez
Sebastián Lerdo de Tejada en nuestro país permitieron el
fortalecimiento del centralismo político, ya que otorgaron al presidente facultades
para intervenir en los estados y promover iniciativas ante el poder
legislativo. De esta manera, aunque Porfirio Díaz obtuvo el poder con el
discurso de consolidar el orden político fundado en la Constitución de 1857, así
como proclamando la no reelección, entre 1884 y 1888, logró modificar la
Carta Magna para ser reelegido y erigirse como presidente, manteniendo su
mandato desde 1876 a 1910, con un intermedio de 1880 a 1884, periodo durante el
cual gobernó Manuel González, quien mostró un marcado continuismo en la política.
Liberalismo conservador
Los principios liberales en México fueron
enarbolados por grupos con ideas muy distintas que incluso llegaron a
confrontarse, razón por la cual se definen diferentes tipos de liberalismo.
Por una parte, se encuentra el liberalismo constitucional, defendido en los
campos de batalla por Benito Juárez, José María Iglesias, Melchor Ocampo y
Sebastián Lerdo de Tejada, entre otros, quienes consolidaron los principios
liberales a través de
diversos instrumentos jurídicos, como la
Constitución de 1857, las Leyes de Reforma de l859 y el Código Civil de 1872,
entre otros. Los gobiernos de Juárez y Lerdo de Tejada coincidieron en
fomentar un desarrollo capitalista, principalmente nacionalista, con una
mínima intervención extranjera y un gobierno conformado por civiles,
respetando formas federales de gobierno.
A nivel político, Porfirio Díaz
logró controlar las elecciones y solo fueron electos representantes populares
fieles a su persona. El control de los procesos electorales hizo posible, en
buena medida, la estabilidad política que caracterizó al porfiriato. Ministros,
gobernadores y diputados se perpetuaron en sus cargos: el ministro de
relaciones exteriores, por ejemplo, Ignacio Mariscal, estuvo en su cargo poco
más de 5 lustros; el de Hacienda, Ives Limantour, poco más de 18 años; el
gobernador de Querétaro,
Francisco González de Cosío, detentó el poder
ejecutivo por espacio de 24 años de manera consecutiva, en tanto que el de
Michoacán, Aristeo Mercado, gobernó el estado por un lapso de 18 años. Como resultado, la población
respondió con apatía e indiferencia, pues las
elecciones, con el correr de los años, lejos de expresar la opinión de la
ciudadanía, expresaba la voluntad del poder. Por ello se dice que la democracia
fue "ficticia" y que la única anti reeleccionista era la muerte. Por
su permanencia indefinida el poder, al finalizar, el régimen porfirista era un
gobierno gerontocrático: la edad promedio de ministros, senadores y
gobernadores era de 70 años; hacia 1910, Porfirio Díaz tenía 80 años.
Referencias: libro historia de México 2 /
Menchaca Martínez Gutiérrez /
grupo editorial patria
Aspectos positivos
Entre los aspectos positivos se encuentra
que la deuda inglesa permitió el restablecimiento del crédito a México en 1886
y la introducción de impuestos indirectos a diversas actividades y trámites
gubernamentales que fortaleció las finanzas públicas.
Durante su gobierno, Díaz favoreció́
coaliciones políticas
vinculadas a intereses económicos y financieros internacionales,
fortaleciendo a una clase oligárquica con poder económico y político, de igual
modo, consiguió́ la promulgación de leyes en detrimento de la propiedad comunal
de los campesinos e indígenas, acción que provocó conflictos agrarios en
diversas regiones del paíśs.
AMBITO POLITICO:
En esa época se mantuvieron dos formas de
gobernar el LIBERALISMO CONSERVADOR y el CENTRALISMO POLITICO de los cuales hablaremos
a continuación:
LIBERALISMO
CONSERVADOR:
Esta forma mantuvo el proyecto económico y político
de forma liberal pero bajo una vertiente conservadora como la decisión que tomo
de gobernar por un cuatrienio.
Para evitar el conflicto Porfirio Díaz
abandono el poder en el año de 1880 cediéndoselo a Manuel González. Al terminar
el periodo de Manuel González Porfirio Díaz se incorporó de nuevo a
ser elegido presidente de México
PRESIDENCIALISMO
CENTRALISTA.
Porfirio Dìaz, quería
consolidar el poder e imponer la unidad, por lo cual fortaleció el poder
Ejecutivo, creando con esto un
presidencialismo centralista, dándole derechos al presidente como nombrar
puestos pùblicos, aunque parecían haber surgido democráticamente.
Para escoger a sus colaboradores
Porfirio Dìaz escogiò a las personas que a
su criterio fueran inteligentes y preparadas. Algunos de sus colaboradores en
el poder fueron: Mariano Escobedo, Felipe Barriozàbal y Manuel Dublàn.
Poco después el centralismo entorno a
la figura del presidente llegóò a su culminación, con esto la vida política dependía
del presidente, el legislativo y el judicial.
ELEMENTOS REPRESIVOS DEL RÉGIMEN DE DÍAZ
Por razones demasiado claras Díaz necesitaba
protegerse, aumento el número de soldados, que estaban completamente a la orden
del mandatario, creo a la policía y rurales, que estaban encargados del orden
en la sociedad, pero la verdadera función era aterrorizar al pueblo.
Quien se atrevía a ponerse en contra de las
órdenes era eliminado, se raptaban personas para enviarlos a las haciendas como
esclavos.
Si llegaba a surgir un contendiente a la
presidencia, sin duda alguna era eliminado, no había puestos de elección
popular, claro todo esto dio lugar a que Porfirio Díaz fuera electo por
unanimidad en repetidas ocasiones.
La represión del pueblo era la violencia sin
limitación alguna, los encargados de tener al pueblo bajo ese sistema de orden
fueron; el ejército, los rurales, la policía montada y la acordada, que era una
asociación de asesinos que se mantenía en sumo secreto.
LEY FUGA
Específicamente en la época del Porfiriato,
se utilizó la Ley de fugas como método represivo para eliminar a un grupo de
personas que se sublevaban contra el presidente, cuando había problemas en
Veracruz, donde Luis Mier y Terán era gobernador del Estado, se conoció un
telegrama enviado por el entonces presidente Porfirio Díaz, que decía:
"Mátalos en caliente", en el sentido de que se diera a los
prisioneros facilidades para escapar y usaran el intento de fuga como pretexto
para dispararles.
SIBERIA MEXICANA
En 1902, Porfirio Díaz nombró jefe de las tropas federales a Ignacio
A. Bravo que fueron a Yucatán para aplacar definitivamente a los indígenas
mayas que venían protagonizando la llamada Guerra de Castas desde 1847. Sus
acciones militares consumaron el episodio final de la guerra de Castas ese
mismo año de 1902, mediante la toma de la población de Chan Santa Cruz, hoy
cabecera del municipio Felipe Carrillo Puerto, que había sido reducto
inexpugnable de los mayas insurrectos.
Un poco después, ya escindido el Territorio
de Quintana Roo del Estado de Yucatán, el presidente Díaz lo nombró jefe
político de la región. Durante su gestión, la zona centro de Quintana Roo se
convirtió en una colonia penal llamada “Cuerpo de Operarios” conocido como
Infierno Verde o la Siberia Mexicana.
El 5 de mayo de 1904 la población de Chan
Santa Cruz fue nombrada Chan Santa Cruz de Bravo en su memoria. Se convirtió en
ese entonces en cuartel y centro del poder político y militar del Territorio de
Quintana Roo.
CALAVERA
Las Adelitas
Por Norma Lidia
Pineda Olivares
La flaca las observaba,
desde un rincón las veía,
y aunque no lo demostraba,
la envidia la corroía.
Eran mujeres valientes,
que sus cananas cargaban,
acompañando a sus hombres,
donde " la bola" jalara.
"Adelitas" les llamaban,
siempre muy sacrificadas...
Cuando los hombres caían
¡Su sitio ellas ocupaban!
La flaca retecelosa
eso no lo soportó,
y por eso de una en una,
¡al panteón se las cargó!
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