miércoles, 12 de octubre de 2016

Aspectos sociales del Porfiriato

LA SOCIEDAD.
En los años se consolidó una sociedad con rasgos similares en todo el país, esta estuvo caracterizada por ser muy desigual, mayormente rural; en la sociedad mexicana, la religión fue perdiendo terreno en las decisiones políticas y costumbres sociales.

Algunos aspectos fueron los siguientes.
  •       En el siglo XIX la población fue en aumento poco a poco, pero se desplazó demasiado por el país a consecuencia de la pobreza, la guerra civil y las epidemias.
  •       En l910, la ciudad de México  ya agrupaba más de 450 mil personas, esto fue más notorio en urbes como Puebla, Guadalajara, y Monterrey, la que se convirtió en un centro industrial.
  •           Rasgo estructural de la población: escasez en relación con el tamaño  de territorio. Esto provocó que  muchos hacendados industrializaran mecanismos para retener a la mano de obra, como fueron la tienda de raya o el endeudamiento perpetuo y hereditario de peones y jornaleros agrícolas.
  •       Se pueden distinguir cuatro clases de trabajadores en las haciendas: los peones o gañes, los trabajadores eventuales, los arrendatarios y los medieros o aparceros.
  •        Yucatán  y el Valle de Oaxaca como peor centro de esclavitud en México.  
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El PROCESO DE SECULARIZACIÓN.
  •       México experimentó un proceso de secularización en sintonía con lo que sucedía en Europa y Estados Unidos, lo que transformó las estructuras sociales heredadas en el Virreinato.
  •      La secularización limitó el poder y la influencia de la iglesia a lo que se le agregaron dos procesos paralelos: a) las acumulaciones de funciones políticas en manos del Estado; b) el surgimiento de una educación científica, no religiosa, la quesería competencia del gobierno mexicano. 
  •       El catolicismo no perdió su influencia, se toleraron las procesiones, y el matrimonio civil se siguió realizando e incluso muchos políticos liberales practicaron estas ceremonias religiosas, tal caso fue el de Porfirio Díaz, que contrajo nupcias con Carmen Romero Rubio en 1881.
  •       Se desarrolló una economía capitalista con fuerte apoyo gubernamental.
  •       Se consolidó una burguesía formada por un grupo de: financieros, hacendados e industriales que tenían una misma visión de la economía nacional y un proyecto político. 
  •       Surgió el proletariado urbano cuyas condiciones de vida se caracterizaban por los ingresos mezquinos y la pobreza. 
  •       Tras aumentar el número de profesionales en las principales ciudades del país surgió la clase media urbana en México en las ultimas 4 décadas del siglo 19. 
  •             Las ciudades y localidades carecían de instituciones e infraestructura social, habían pocas escuelas y hospitales.


   
      PERIODISMO. 
      La prensa fue un medio ideal para el debate ideológico a lo largo del siglo 19, en diversas ocasiones, varias publicaciones fueron prohibidas, los dos periódicos más importantes eran el Siglo XlX, y el Monitor Republicano; publicaban cables de noticias de México y Europa, y emitían opiniones acerca del acontecer nacional, eran órganos liberales, aunque durante el Porfiriato el segundo se sitúo en la oposición. 

     Otras publicaciones importantes fueron: El Tiempo, El Hijo de el Ahuizote, El Diario del Hogar. 

                                                                   

     El gobierno solía perseguir los periódicos que publicaban noticias y opiniones críticas al régimen. En 1888, se aprobó una ley de imprenta que permitía la censura, los periódicos insistían en publicar caricaturas muy críticas de los políticos, también privilegiaban los artículos de opinión y las notas, y no fue hasta finales del siglo cuando aparecieron los reportajes. En 1895 surgió la prensa comercial (con la fundación de El Imparcial), que desplazó al Monitor Republicano. Se introdujeron los linotipos y el fotograbado, los cuales incrementaron el tiraje de los periódicos (lo mismo puede decirse de las revistas).

     
     MASACRE DE TOMOCHIC.
     Los habitantes de Tomochic resentían la pérdida de la autonomía de su pueblo, que el gobierno estatal estaba entregando a empresas británicas y estadounidenses. Se produjo un fenómeno religioso: en varios pueblos vivían simpatizantes de una lideresa mística, Teresa Urrea, llamada la Santa de Cabora, de quién se decía que obraba milagros y su imagen fue colocada en el altar de la iglesa de Tomochic.



                                                   

 El conflicto estalló en 1891 cuando un sacerdote visitó el templo y ordenó que la retiraran; al negarse sus feligreses, este cura cerró el templo y pidió ayuda a las autoridades civiles para imponer su voluntad al pueblo. El gobierno decidió enviar un desatamiento militar. Como respuesta, los tomochitecos, dirigidos por Cruz Chávez, levantaron barricadas y se inició una insurrección. La campaña concluyó con la destrucción del pueblo, la muerte de sus habitantes y la iglesia fue incendiada. Uno de los participantes fue Heriberto Farías, cuya obra Tomochic fue publicada en 1893.

LA HUELGA DE CANANEA.
La huelga de Cananea fue una huelga que sucedió el 1° de Junio de 1906 en contra de la empresa “Cananea Consolidated Copper Company”, propiedad de un coronel estadounidense llamado William Greene, en la cual se demostraba el descontento de más de 2000 trabajadores de origen mexicano, en esta se exigía un salario equitativo e igualitario al de sus compañeros mineros estadounidenses que también laboraban en la "Cananea Consolidated Copper Company".
Lo que ellos exigían era jornadas de trabajo más justas, entonces los mineros decidieron llamar a una huelga, esto sorprendió a todas las personas debido a que era un acto nunca visto en la historia de México y que vendría a marcar algo grande en la época Porfiriana.



Todos los huelguistas portaban como símbolos la bandera de México (para identificar que eran mexicanos) y un estandarte con un billete de cinco pesos, se dice que portaban ese estandarte que tenía un billete de cinco pesos porque era la cantidad demandada como salario mínimo.
El movimiento estaría encabezado por los trabajadores Juan José Ríos, Manuel M. Diéguez Esteban Baca Calderón, una vez iniciada la huelga, los trabajadores iban con toda la intención de protestar pero cuando iban en camino los trabajadores estadounidenses comenzaron a atacarlos con rifles, los huelguistas mexicanos al ver esto pues trataron de defenderse con palos, piedras o cualquier cosa que encontraran a su paso, este conflicto ocasionó que varios mineros (tanto mexicanos como estadounidenses) terminaran heridos o muertos.
Al ver que muchos de sus mineros habían terminado muertos a pedradas, los trabajadores estadounidenses persiguieron a los mexicanos a lo largo del pueblo expulsándolos hacía la serranía de los alrededores, pero ellos no se esperaban que en el camino los mexicanos lograrían quemar cinco depósitos de madera, un depósito de semillas, otro de forrajes y el edificio de la maderería donde aquellos laboraban.




Al ver estos actos, Greene acudió al cónsul estadounidense y le pidió apoyo al gobierno del vecino estado de Arizona, en respuesta a su petición, se envió un grupo de Rangers para controlar la situación y el 2 de Junio estos entrarían armados a territorio mexicano para custodiar la tienda de raya y las instalaciones de la minera, perseguir y asesinar con el apoyo de la policía rural porfirista, a todo huelguista que opusiera resistencia.
Los mineros al ver todo lo que estaba pasando pues acudieron al gobernador de Sonora para exponer sus demandas, pero en camino a Sonora fueron agredidos por los Rangers y se extendió el combate en el poblado; por la noche las tropas estadounidenses tuvieron que ser reembarcadas a su país y el 3 de junio se declaró la Ley marcial en Cananea y el movimiento quedó casi controlado, los líderes mineros como Baca Calderón y otros integrantes del Partido Liberal Mexicano fueron aprehendidos y enviados a la prisión política de San Juan de Ulúa.


El 6 de junio las actividades mineras regresarían a su normalidad, los trabajadores fueron sometidos y la incompetencia del entonces gobernador de Sonora; Rafael Izábal se dejó ver. 


LA HUELGA DE RÍO BLANCO.
 La Huelga de Río Blanco fue una rebelión obrera en la fábrica de tejidos de Río Blanco, en VeracruzMéxico, el 7 de enero de1907, que se extendió a las fábricas aledañas de Nogales y Santa Rosa.
En diciembre de 1906, obreros textiles de Tlaxcala y Puebla se declaran en huelga para exigir mejores condiciones laborales debido a que no estaban de acuerdo con las ya establecidas.
Para frenar la creciente organización del movimiento obrero en la región, los industriales realizaron un paro patronal el 24 de diciembre en toda la zona industrial.
Los obreros que estaban en huelga pedían la intervención de Porfirio Díaz debido a que éste favorecía a los empresarios, así fue como ordena la reanudación de labores en las fábricas el 7 de enero de 1907, no sólo sin satisfacer las demandas de los trabajadores sino que atentaban contra la libertad de asociación y prensa de toda la vida.
El día 7 de enero en Río Blanco cerca de dos mil operarios agrupados en el Círculo de Obreros Libres se postraron frente a la fábrica y le lanzaron piedras e intentaron quemarla pero la policía montada lo impidió, entonces como se los impidieron pues saquearon y quemaron la tienda de raya, que era propiedad de Víctor Garcín (él era el dueño de otros dos almacenes en Nogales y Santa Rosa en Ciudad Mendoza).



Después los obreros se dirigieron a la cárcel y liberaron a los reos.
Ante tal caso, los soldados del Batallón dispararon contra la multitud que huyó a Nogales y a Santa Rosa, donde también saquearon la tienda de raya, paralizaron el servicio de tranvías, cortaron los cables de energía eléctrica y saquearon las casas de particulares acaudalados. De regreso a Río Blanco los amotinados fueron interceptados por más fuerzas federales que dispararon contra hombres, mujeres y niños.
Cuando se logró restablecer el orden por las fuerzas militares, el gobierno de Porfirio Díaz ofreció un gran banquete a los empresarios extranjeros propietarios de las fábricas en compensación por la rebelión obrera.

LA HUELGA FERROCARRILERA.
En 1904, el gobierno compró la mayoría de las acciones de las compañías ferroviarias privadas, sus empleados se habían asociado en una gran liga de trabajadores ferrocarrileros. A principios de 1908, los jefes de San Luis Potosí comenzaron a discriminar a los obreros. El sindicato protestó, pero no atendieron el asunto. Como consecuencia,  los 3000 agremiados se declararon en huelga. Se paralizó todo el sistema de ferrocarril nacional mexicano durante 6 días, las autoridades federales intervinieron; el gobernador de San Luis Potosí amenazó al líder obrero Félix Vera. Tras negociar, la huelga fue levantada y los ferrocarrileros volvieron a trabajar.
    Después muchos huelguistas fueron despedidos, lo que constituyó un fuerte golpe al sindicato. Vera fue encarcelado. 




      HUELGA TEXTIL DE TIZAPÁN.
   En 1908 se creó una huelga en Tizapán que duró un mes, y que fue promovida por 600 operarios que trabajaban 11 horas diarias por 1 y 6 pesos a la semana; salarios que les robaban los dueños por medio de descuentos y multas por supuestos defectos en la mercancía. Cuando estos fueron excesivos, los trabajadores cerraron la planta.los trabajadores pedían a los patrones el fin de los descuentos; al gobierno, que les reservase tierra para cultivar, pero no recibieron respuesta alguna. Al final los patrones vencieron a los trabajadores y estos se marcharon en busca de empleo a otro lado, tras esto, la empresa reabrió la fábrica sin dificultad al hallar obreros sustitutos. 
     Años con mayor conflictividad laboral: 1881, 1884, 1889, 1890, 1891, y de 1905 a 1907.
     Las ramas industriales más afectadas fueron: la textil, la ferroviaria, la cigarrera, la del pan y la minería.
    Entidades donde estallaron más huelgas: D.F., Veracruz, Puebla, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Oaxaca, Jalisco, Querétaro y Sonora.




     CLUBES Y PARTIDOS POLÍTICOS.
En 1909 ya no sólo los sectores empobrecidos evidenciaban su malestar antes sus miserables condiciones de vida y trabajo, sino que surgieron, desde las clases medias y ciertos sectores de una incipiente burguesía nacionalista, clubes para discutir la situación política mexicana.
Para las elecciones presidenciales de 1910 algunos grupos consideraron viable la postulación del general Bernardo Reyes como candidato a la vicepresidencia, junto a Porfirio Díaz, pero el viejo presidente no admitió tal posibilidad y “prácticamente” lo desterró de México. Esos grupos, sobre todo detractores de científicos y con fuerte presencia en el norte, se quedaron sin dirigente. También Chihuahua Abraham Gonzales organizo un club anti releccionista llamado Benito Juárez, con la pretensión de formar corrientes de opinión contra la dictadura. Pero no solo en el norte; en el estado de Morelos unos campesinos se organizaban para recuperar sus tierras y nombraban a Emiliano Zapata representante de la junta de defensa agraria de Anenecuilco, con base en sus usos y costumbres, para recuperar sus tierras. Muy cerca, en Puebla, Aquiles Sedán y su hermana Carmen se involucraban en el movimiento anti releccionista. Para abril de 1910 se realiza una convención nacional de opositores a Díaz, con Francisco I. Madero  como principal organizador.

Madero había nacido en el estado de Coahuila y era miembro de una de las familias más adineradas de México. Después de estudiar derecho en Francia, había regresado a su país natal en 1892 para hacerse cargo de una de las haciendas de su padre, donde empezó a innovar algunas prácticas surgidas de sus ideas democráticas, en combinación con un enfoque económico práctico e ideas filantrópicas explicitas. Comenzó por aumentar los salarios de sus trabajadores agrícolas, los sometió a exámenes médicos periódicos e introdujo la instrucción obligatoria, de manera que el nivel de vida que se gozaba en su hacienda era muy superior al que prevalecía en las haciendas vecinas.
Pero si esas prácticas le generaron reconocimiento y animadversiones en el ámbito regional, Madero se convirtió en una figura nacional en 1908, cuando publico su libro la sucesión presidencial 1910. Este afirmo que los problemas fundamentales en México eran el absolutismo y el poder irrestricto del hombre.

Se pronunció en contra de las concesiones excesivas a los extranjeros y reprocho a Díaz su blandura en los Estados Unidos, pero no atacaba el sistema social imperante. Aunque Madero presento argumentos en contra de ciertos subproductos del sistema agrícola,  tales como el alfabetismo, el fomento del alcoholismo en los peones por los terratenientes y la deportación de indios rebeldes, no lo hizo en contra del sistema mismo. No tocaba el tema de la reforma agraria y apenas menciono el de las malas condiciones de vida de los obreros industriales y la forma en que se les perseguía; Madero se expresaba más concretamente y con menor ambigüedad con respecto a ese tema que cuando hablaba del campesinado. La diferencia en su actitud frente a ambos problemas reflejaba el carácter primordialmente agrario de la mayoría de la burguesía mexicana.
El movimiento que encabezo  Madero como candidato presidencial en las elecciones de 1910 logro hacerse de una base, tanto en las clases bajas como en las altas y, aparte del partido liberal, constituía la única oposición de Díaz.

La fuerza del movimiento también logro atraer a una ala de la burguesía opositora después de la retirada forzada del general Bernardo Reyes. El creciente apoyo para Madero movió al gobierno de Díaz a tomar medidas más drásticas. Se intensifico la persecución contra su persona, se declararon ilegales las reuniones de su partido y Madero fue detenido poco antes de las elecciones y enviado a prisión en San Luis Potosí. Los comicios se realizaron como de costumbre, y Díaz fue declarado vencedor a la edad de ochenta años.





ENTREVISTA DÍAZ-CREELMAN.
En la entrevista, que el presidente Díaz concedió al periodista James Creelman del Pearson's Magazine, manifestó su interpretación de México de esa época, dijo que el país estaba maduro para la vida democrática e invitó a que organizaran partidos políticos, anunció que no se reelegiría en 1910. Esto provocó una creciente agitación política donde se consideró abierta la posibilidad de suceder a Díaz en 1910. 

Ante la dificultad de hallar a un sucesor adecuado a sus intereses, Díaz promovió su última reelección. 









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